Inauguramos una nueva forma de colaborar con este blog, en este caso se trata de Carlos Crespo, fisioterapeuta y osteópata, quién nos escribe este artículo sobre cómo despertar a sus hijos a las alegrías y riquezas de la naturaleza.
¿Cómo despertar a sus hijos a las alegrías y riquezas de la naturaleza?
¿algún consejo y actividades para sugerir a los padres que quieran presentar a sus hijos las maravillas de la naturaleza pero carecen de inspiración?
No hay necesidad de ir
muy lejos, tanto literal como figurativamente, con mucha frecuencia es
suficiente llevar al niño a un espacio natural para que se encuentre solo para
cuidarlo. El juego libre es la actividad que no requiere ningún tipo de
preparación y que permitirá que el niño se divierta explorando solo: correr
entre las hojas, caminar en un charco de agua, pisar una rama, jugar con un
palo, mira un hormiguero, rasca la tierra.
Muy a menudo es este
contacto en completa libertad lo que nuestros hijos carecen. Es durante
este juego libre que el niño aprenderá a observar. Muy a menudo, llamará
al adulto para compartir lo que ve, no necesariamente le preguntará el nombre
de la planta o insecto que está observando. Solo hay que maravillarse con
él y llamar su atención sobre los detalles para que se observe con mayor
precisión. Aprender a observar es la primera habilidad que debe
desarrollar un niño. Es a partir de esta observación que los propios
padres pueden sugerir actividades de ampliación: encontrar 5 hojas diferentes,
una pluma, una flor amarilla, hacer una corona de flores, hacer un mandala con
elementos naturales, etc.
El respeto por la
naturaleza comienza con el conocimiento de la flora y fauna que nos
rodea. Este conocimiento se adquiere mediante la curiosidad y la
observación. Las maravillas de la naturaleza nos rodean. Abre bien
los ojos y los oídos, la naturaleza te agradecerá esta atención.
Tenemos la suerte de
tener cuatro temporadas. Temporadas donde la naturaleza
evoluciona. En otoño, da un paseo para recolectar hojas multicolores y
muchas frutas (bellotas, sámaras, hayas, piñas…) luego haz dibujos con las
hojas y personajes divertidos con las frutas. En invierno, la naturaleza
es tranquila, el clima es frío y lluvioso, ideal para mantenerse caliente en
casa y jugar con los comederos y las cajas nido para ayudar a nuestros amigos
emplumados a pasar la temporada de invierno y encontrar refugio para el
nacimiento de sus hijos. pollitos en primavera. En primavera, la
naturaleza despierta, qué podría ser más hermoso que escuchar el melodioso
canto de los pájaros durante un paseo. También es el florecimiento de las
flores, aprovecha para identificarlas creando un colorido herbario. En
verano, cajas de lupa en la mano,
Lo más importante es
no saber el nombre de todos los animales, el nombre de todas las
plantas. Lo más importante es iniciar a sus hijos a ser curiosos y
observadores para convertirse en “actores-observadores”.
Ir en busca de las
huellas que dejan los animales me parece una entrada interesante: buscar
huellas, avellanas roídas, madrigueras, etc. Realizar la investigación con
los niños para tratar de entender qué estaba haciendo el animal cuando dejó
estas huellas (en qué dirección andaba, cómo andaba mordisqueando su nuez, la
madriguera que parece todavía habitada ...). Y por supuesto, intenta
identificar al animal en cuestión: venado, ardilla, tejón, etc. Una guía
de determinación suele ser una ayuda interesante.
La postura del adulto
influye en la del niño. ¡Parece mejor buscar cultivar su entusiasmo,
permitirle estar en la acción sin dejarlo inconsciente con largos discursos!
¿Hay actividades que atraigan especialmente a los adolescentes?
Es la edad en la que
nos gusta estar con amigos, para liberarnos un poco de la supervisión de los
padres, pero la joven adolescente aún conserva una atracción por el juego, por
la aventura. Entonces, a esta edad, les encanta construir chozas para
convertirlas en su punto de referencia o en su campamento
atrincherado. Les gusta organizar juegos entre ellos, a menudo inventando
sus propias reglas, déjalas ser.
Para los mayores,
déjelos dormir bajo las estrellas en su jardín, pase tiempo alrededor de una
fogata.
La fotografía puede ser una buena forma para que los adolescentes se expresen mientras se mantienen en contacto con la naturaleza.
¿Y los pequeños?
Los niños pequeños
sienten curiosidad por todo, la naturaleza es su campo favorito. ¡Depende
de nosotros, los adultos, aprender a soltar y sorprendernos a su lado! Más
que simples actividades, me parece importante equipar a los pequeños mochileros
con un atuendo que no los frene en sus exploraciones (ropa que se pueda
ensuciar, pantalones impermeables, etc.). Es por ello la importancia de
jugar con la psicología del niño.
Los niños pequeños
absorben nuestra actitud: si estamos relajados por naturaleza y tenemos
curiosidad por lo que nos rodea, ellos también lo harán. Por el contrario,
si le tenemos miedo a todo, ellos estarán preocupados. Cuestionar nuestros
miedos y darnos los medios para superarlos permitirá a nuestros niños pequeños
abrazar por completo las maravillas de la naturaleza.
Es cierto que en la ciudad es más difícil
encontrar grandes espacios naturales, pero sin embargo está muy presente y no
siempre es el tamaño lo que hace que la riqueza de un lugar: incluso un El
pequeño jardín puede ser un lugar de exploración. También hay parques
urbanos cuya gestión está empezando a evolucionar: se puede pasear en prados,
encontrar franjas de tierra cultivadas de forma más "salvaje", donde
la biodiversidad está muy presente.
Si tienes un balcón, puedes crear una mini
reserva para insectos en una maceta: planta algunas plantas de miel y crea
mini-refugios para abejas solitarias usando tallos huecos.
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