Cuando nos hacemos una herida nuestro primer gesto es lavarla y desinfectarla. Para ello vamos al botiquín y lo más habitual es que usemos agua oxigenada. Vertemos el líquido en la parte abierta de la herida y observamos que se forma una espuma blanca de manera inmediata. Es el resultado de la descomposición del agua oxigenada en oxígeno y agua. Sucede tras ponerse en contacto con la sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario