CONJUNCIÓN ENTRE LA LUNA Y VENUS.
#ObservaelcieloPlanetariodeMadrid
Mañana sábado la Luna se encontrará en conjunción con el planeta Venus entre las estrellas de la constelación de Virgo. Para contemplar los dos astros hay que dirigir la mirada hacia el horizonte sureste y hacerlo antes del amanecer. Desde Madrid, si observamos sobre las 07:00 hop (hora oficial peninsular, la que marcan nuestros relojes) ya será visible el tenue resplandor que anuncia la llegada del alba, que unido a la estampa del brillante Venus y el pequeño gajo lunar nos ofrecerá una preciosa estampa que no podemos perdernos.
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Mira hacia el este antes de que salga el Sol el día 9 y verás juntos a los dos objetos más brillantes del cielo, Venus y la Luna. La noche del 14-15 será el máximo de la lluvia de meteoros de las gemínidas. La falta de Luna hará que las condiciones de observación sean excelentes.
El cielo al anochecer esta semana se despide de Mercurio, que ya empieza a perderse por el oeste en la luz del crepúsculo. Antes de desaparecer, el planeta hará pareja con la Luna creciente el día 14. Mirando hacia el este verás a Júpiter, que sigue brillante y cada día más alto.
Fuente: Real Observatorio de Madrid
OCULTACIÓN DE BETELGEUSE
Entre los planetas Marte y Júpiter se encuentra el llamado cinturón de Asteroides, casi un millón de cuerpos metálicos y de roca con tamaños comprendidos entre 1 y 500 kilómetros de diámetro resultado de los restos de la formación de nuestro sistema solar. No es extraño que, de vez en cuando, uno de estos cuerpos pase entre nuestra línea de visión y una estrella lejana. Podríamos decir que se produce un eclipse de la estrella causado por el asteroide.
Esto es lo que va a ocurrir la madrugada del próximo martes 12 de diciembre cuando el asteroide 319 Leona oculte por unos instantes a la brillante estrella Betelgeuse. Betelgeuse es una estrella relativamente cercana que está clasificada como supergigante roja y su tamaño es descomunal: si la colocáramos en la posición que ocupa el Sol, su atmósfera alcanzaría la órbita del planeta Júpiter. Es la única estrella que ha podido resolverse con telescopios desde la Tierra, es decir, que ha sido posible “ver” el disco de la estrella. Con el resto de las estrellas que hay en el firmamento este logro se hace imposible, por muy potente que sea el telescopio que usemos. Todas estas estrellas aparecen como puntos. Por eso, cuando un asteroide las eclipsa, la estrella desaparece de nuestra vista de manera repentina para reaparecer de manera súbita al cabo de unos pocos segundos. Con Betelgeuse no ocurrirá así. Se espera que su luz disminuya de manera gradual para volver a recuperarse pocos segundos después. Por esta razón es importante que se realicen el mayor número de observaciones posibles, con los medios adecuados claro está. De cronometraje de la caída de brillo y posición exacta del observador.
¿Dónde podrá contemplarse la ocultación? Los afortunados serán todos aquellos que se encuentren en la estrecha franja de ocultación que atraviesa de este a oeste el sur peninsular. El centro de esa franja pasa por las ciudades de Córdoba y Alicante. Dependiendo del lugar de observación el fenómeno sucederá en un instante de tiempo diferente: En Alicante se prevé que suceda a las 02:15:13 hop (hora oficial peninsular, la que marcan nuestros relojes) mientras que en Córdoba está previsto para las 02:15:45 hop.
Este tipo de ocultaciones no son nada fáciles de observar si nuestro fin es el de tomar datos útiles del evento ya que es necesaria una equipación cuasi profesional y muchísima experiencia por parte del observador. Si vuestro objetivo es únicamente ver la disminución de brillo de Betelgeuse, comentaros que las estimaciones ofrecen una bajada en brillo de la estrella de casi 3 magnitudes, es decir, que a simple vista veríamos un rápido descenso de brillo, hasta el mínimo, para luego aumentar rápidamente hasta el brillo normal de la estrella. Y todo en 12 segundos. Pensad que mientras estéis durmiendo la madrugada del martes 12 el brillo de Betelgeuse disminuirá… porque un pequeño asteroide va a interponerse entre la estrella y una finísima franja de nuestro planeta que, casualmente, atraviesa el sur peninsular.
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