“Mil millones de personas sufren hambre crónica y eso me enfurece” es el lema de la campaña que, en inglés, se conoce como “1 billion hungry”. Esta multitud de hambrientos se encuentra desigualmente repartida: Asia y los países del Pacífico concentran a 642 millones de personas hambrientas; África subsahariana, 265 millones; América Latina y el Caribe, 53 millones; y Oriente Medio y norte de África, 42 millones. Las naciones desarrolladas no están exentas del flagelo, ya que se estima que al menos 15 millones de personas pasan hambre en países de Europa y el norte de América.
Si ya está dicho que la falta de alimentos no es el problema, ¿cuál es, pues, la causa de que haya tantas personas hambrientas? La clave está en la pobreza, cuyo signo más cruel y concreto, en palabras del papa Benedicto XVI, es el hambre. La escasez de ingresos se traduce en medios insuficientes para comprar alimentos. Las catástrofes naturales, la desigualdad de género (con mujeres que no pueden acceder a la formación o a las tierras), los conflictos bélicos, el uso insostenible de los recursos, las crisis financieras y la escasa inversión en el sector rural empeoran el panorama. Y, cualesquiera sean las circunstancias, los pobres son siempre los más afectados.
La campaña de la FAO, cuyo símbolo es un silbato amarillo que todas las personas deben hacer sonar para llamar la atención sobre el hambre, cuenta con el apoyo de varias personalidades. Entre ellas destacan el actor británico Jeremy Irons (quien interpreta un papel basado en una escena de la película Network, donde un presentador televisivo expresa su enfado por la situación del mundo), el atleta olímpico estadounidense Carl Lewis, el músico cubano Chucho Valdés y el futbolista español Raúl González Blanco, entre otros.
Más de cien mil personas ya han rubricado la petición en línea. Aquellos que ya han ayudado a divulgar la campaña pueden realizar un seguimiento de su influencia, al observar cuántos de sus amigos han adherido a la iniciativa y en qué países se encuentran. La suma de nuestras adhesiones puede contribuir a hacer de la indignación una fuerza positiva que cambie el estado de cosas.
Más información sobre la campaña y para firmar: http://www.1billionhungry.org/
Más información sobre el hambre: http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/corunum/documents/rc_pc_corunum_doc_04101996_world-hunger_sp.html
Fuente: Profes.net
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