La riada, 45 años en el recuerdo (Diario Levante, 14-10-02)
Los dos cauces del Turia han marcado el desarrollo urbanístico de la ciudad de Valencia
S. Golf, Valencia
Hace cinco años, con motivo del 40 aniversario de la riada que asoló Valencia en 1957, toda la sociedad valenciana rememoró aquel momento de la mano de exposiciones y suplementos especiales como el que ofreció Levante-EMV a sus lectores. Hoy, los 45 años de aquella fecha funesta pasarán más desapercibidos en general, pero no para quienes fueron testigos de primera fila. Además, la ciudad de Valencia sigue llevando, cuando se camina ya hacia el medio siglo de historia, el sello de aquel suceso marcado de tal forma que su actual desarrollo es fruto del mismo y de las actuaciones que se tomaron posteriormente. El desvío del cauce, con la construcción del nuevo, que posibilitó el Jardín del Turia mantienen un protagonismo destacado.
La historia se ha contado hasta la saciedad, pero no por repetida deja de estremecer. Llovió sobre Valencia los días 12, 13 y 14 de octubre, con más o menos intensidad, pero confluyeron unas condiciones que acabaron provocando el desbordamiento del río, que también entonces marcaba el carácter de la ciudad, partiéndola en dos. No era la primera crecida, pero fue la última, quizá la más terrible y desde luego la que dejó más huella. El Marqués del Turia era entonces el alcalde de la ciudad. El agua se llevó por delante las chabolas habitadas del cauce y asoló barrios como Tendetes y Marxalenes. En la calle Doctor Olóriz alcanzó la cota máxima, cinco metros. Pero también llegó hasta la Alameda y la propia plaza del Ayuntamiento. Inundó desde Mislata a Nazaret y se cebó con especial virulencia en el Carmen.
Tras el rastro de muertes y desolación se fueron casas, vidas y cinco de los trece puentes que existían sobre el río. El agua dejó un rastro de más de un millón de toneladas de barro en la calle, que requirieron enormes esfuerzos de tiempo y dinero en las tareas de limpieza, encomendadas al Ejército y que tuvieron lugar desde el 15 de octubre y el 30 de noviembre.
Aquellos acontecimientos llevaron a las autoridades a tomar una decisión que cambió Valencia: desviar el cauce para evitar otra riada. El Plan Sur -que luego se quedaría sólo en Solución Sur- tenía como objetivo fundamental la construcción del nuevo cauce pero produjo modificaciones urbanísticas de las cuales es fruto, en buena parte, la Valencia de hoy. Luego vinieron los recargos extraordinarios para costear las obras, cuando el Gobierno, encabezado por el General Franco, decidió recuperar la inversión, la construcción de barrios para los damnificados y el inicio de la red de colectores y alcantarillado.
De autopista a jardín urbano
S. G., Valencia
El río Turia se desvió con la construcción del nuevo cauce, de 200 metros de anchura, y construido con un cálculo de período de recurrencia de 200 años, cuando actualmente se hacen sobre 500 ó 1.000. Esto hace que, de forma periódica y recurrente, surja la pregunta de si sería posible otra riada sobre la ciudad.
Mucho más porque aquella decisión tuvo al cabo de los años, como principal efecto positivo para la ciudad, la creación del proyecto del Jardín del Turia. El viejo cauce encierra hoy miles de millones de inversión en jardines y equipamientos. La alcaldesa Rita Barberá acaba de lanzar una nueva campaña de promoción bajo el lema «Un río de cultura».
La idea inicial, recogida en el Plan Sur, no fue la de dotar a la ciudad de un pulmón verde. Al contrario, los técnicos proponían aprovechar el cauce «abandonado» para crear una autopista que uniera el aeropuerto de Manises con el Puerto. El plan general de 1966 recogió este proyecto. Pero la movilización ciudadana de la campaña «El llit es nostre i el volem verd» enterró definitivamente aquel esbozo. En 1976, el cauce se cedía a la ciudad para zona verde.
Altres riuades es van producir abans: El 27 de setembre de 1517 una enorme riuada va destrossar tots els ponts de València, excepte el de la Trinitat. Ja abans en 1487, “el Túria molt crescut va derrocar les dos palanques del Pont del Mar”. El 4 de novembre de 1897, una gran riuada va afectar també València i, sobretot, als poblats marítims.
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