Un informe de Save The Children advierte del aumento en el número de menores que padecerán retrasos del crecimiento a causa del hambre. En relación a este tema desde 4º de Secundaria hemos trabajado y estamos trabajando este tema a partir de Conectando Mundos.
La desnutrición es un problema que se cobra la vida de unos trescientos niños por hora y que afecta al desarrollo económico del mundo entero. En el planeta, sin embargo, se produce la cantidad suficiente de alimentos para satisfacer las necesidades básicas de todos los habitantes. La ecuación, pues, resulta contundentemente simple: si hay comida para todos, no debería haber desnutrición. Ningún niño tendría que morir por no tener acceso a alimentos nutritivos. Es obligación de los responsables públicos gestionar, desde la política, la correcta distribución de los alimentos.
Una vida sin hambre: cómo combatir la desnutrición infantil es el título del último informe de Save The Children. La organización subraya que la malnutrición es la causa que se encuentra detrás de la muerte de 2,6 millones de niños y niñas al año, aun cuando los certificados de defunción registren causas distintas del hambre.
El estudio denuncia que la lucha contra la desnutrición ha dado resultados escasos en las últimas dos décadas: la proporción de niños con retraso del crecimiento apenas se redujo 0,6 puntos por año, hasta el 27 % en 2010. Si la tendencia se mantiene, unos 450 millones de niños experimentarán retrasos en el desarrollo mental y físico durante los próximos quince años.
Muchos niños que logran sobrevivir a la desnutrición sufren, de todas formas, daños irreversibles en su organismo. La ausencia de alimentos no permite el desarrollo adecuado del cerebro; estos niños, por tanto, tendrán una altura inferior a la media, conseguirán peores resultados académicos y percibirán una remuneración de cerca de un 20% menos cuando ingresen al mercado laboral.
El informe de Save The Children propone medidas de aplicación sencilla que, además, resultan rentables. Los niños bien alimentados son más sanos y, por tanto, generan un gasto menor al sistema sanitario. Al crecer, por otra parte, serán personas productivas y capaces de trabajar al tope de su potencial.
El primer paso en la lucha contra la desnutrición infantil no es otro que el compromiso firme de los líderes políticos. Save The Children pide, en este sentido, aumentar la inversión en políticas de protección social y en intervenciones directas.
La distribución de suplementos nutricionales; la entrega de vales o dinero en efectivo a través de programas de protección para familias cuyos ingresos no les permitan alimentar a sus hijos; y la difusión de hábitos saludables (como el hecho de amamantar a los niños) son otras de las propuestas realizadas por la organización para conseguir reducir un flagelo vergonzante que dice muy poco en favor de las sociedades abundantes.
Informe completo en inglés: http://www.savethechildren.es/docs/Ficheros/500/Informe_a-life-free-from-hunger-eo-low-res-africa.pdf
Resumen del informe en castellano: http://www.savethechildren.es/docs/Ficheros/501/summary_spanish.pdf
Fuente: Profes.net
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